“Si hay pasión por mi proyecto, dirigiría un club de la 'C' hasta llevarlo a la Copa” dijo Julio Ribas al Diario Ultimas Noticias

El fútbol uruguayo recuperaría a uno de sus personajes más carismáticos y polémicos con Julio Ribas.!!
JULIO RIBAS, que volvería a ser el DT de Bella Vista, dijo que no se siente la antítesis de Juan Ramón Carrasco. !!!
VUELVE? Ribas volvería a Bella Vista, con quien ganó una histórica final ante Peñarol.
El "Gladiador" dirigió por última vez en Primera, en 2003 con Liverpool, y tras su pasaje por el Venezia fue el conductor de Juventud en el ascenso 2006, pero se desvinculó.
En los últimos meses estuvo en Italia junto su hijo que está en el Spezia a préstamo del Inter, y aprovechó para observar entrenamientos y partidos del Scudetto y de la Champions League.

LA HUMILDAD Y LA SENCILLEZ DE UN GRANDE!!

Pasar de pronto del glamour del fútbol europeo al Parque Nasazzi no es problema para Ribas.
Por el contrario, siempre se mostró deseoso de trabajar sin importarle el prestigio del club que le toque, y como ejemplo basta recordar cuando apenas se desvinculó de Peñarol arregló con Liverpool para dirigir en la "B".
Ribas sostiene que "si están las estructuras dadas y hay una pasión por el proyecto que tengo, dirigiría a un equipo y no me interesa si está en la Intermedia y llevarlo hasta la A y a la Copa Libertadores.
Lógicamente que como entrenador me gustaría volver a dirigir un equipo grande y algún día la selección, con la que sueñan todos los entrenadores del Uruguay".
En épocas de confusión táctica, con un ambiente periodístico dividido entre quienes defienden estilos "ofensivos" y "defensivos", a Ribas se lo etiqueta fácilmente entre estos últimos.

LA DOCTRINA DE UN PROFESIONAL

Pero él tiene su visión propia:
"Yo parto de una base muy simple: para mí atacar bien es hacer el gol y defender bien es que no te hagan goles. Si te hacen un gol, porque no sos invencible, tendrás que hacer un gol más que el rival.
Después, el sistema y la táctica dentro de esa estrategia que preparás para afrontar partidos y campeonatos es otro tema. A la gente capaz que ópticamente no le gusta que seas tan práctico, yo soy práctico, mi pensamiento es práctico y vertical con referencia al arco.
Y parto de la base que el fútbol uruguayo es vertical.
He analizado la historia del fútbol uruguayo, humildemente y desde mi visión, que no tiene por qué ser la única verdad, y la conclusión es que el fútbol uruguayo siempre fue vertical. Con jugadores con mayor o menor técnica, mayor o menor velocidad, pero vertical.
Tanto es así que a veces vos ves que en el Estadio, cuando juega la selección, Peñarol o Nacional, cuando no vamos hacia el arco, no buscamos el gol, y se toca hacia atrás, hay un murmullo; cuando eso en Argentina, Brasil y otras partes del mundo, al revés, es aplaudido, esa posesión de la pelota que te da esa frase nueva de 'volumen de juego' y de 'protagonismo'".

-¿Gana el que tiene más posesión de pelota?

-JULIO-No. ¡Gana el que hace más goles! Ahora, podés hacer muchos más goles teniendo muy buena posesión y volumen de juego, o siendo práctico y sin tanta posesión, y te lo demuestran muchos equipos que han salido campeones de esa forma. Es igual con los sistemas, hubo campeones con línea de cuatro, de tres, con un solo punta, con dos, con tres. Esa no es la importancia del fútbol. Ni siquiera es la importancia si tenés volumen o sos protagonista porque esto no es Hollywood, no es un set de cine. ¡Esto es para ganar! Los títulos vienen ganando, la alegría de un pueblo y la superioridad mental y espiritual de un país y de un equipo viene ganando. Mentira que se hace jugando. Viene ganando primero, y después ese ganar se perfecciona jugando de la mejor manera posible con los jugadores que tenés y en la circunstancia que tenés.



-Siempre se escuchan quejas de los jugadores de cuadros grandes cuando no pueden ganarle a rivales que se les meten atrás.

-JULIO-¿Y por qué si vos sos mejor no le ganaste a ese cuadro que se te metió atrás? Te ponés a llorar 'ay, se metieron atrás'. Si eso está dentro del reglamento. ¿Sos tan superior? ¿se metieron atrás? ¡Ganale! Pasale por arriba.

*EL RIVER DE JR CONTRA EL PAPAL DE JULITO RIBAS
De concretarse la vinculación de Ribas con Bella Vista, todo el Uruguay estará aguardando con tremenda expectativa el duelo de la 11ª fecha entre el Bella Vista de Ribas y el River Carrasco, en una pulseada de estilos tácticos que acaparará la atención. Lo curioso es que, pese a tratarse de los dos técnicos más opuestos por sus estilos, tienen palabras elogiosas en forma mutua. Son la antítesis pero Carrasco siempre habla bien de Ribas, ¿y Julio?

-JULIO-Y yo hablo muy bien de él. Pero no sé si somos antítesis. Capaz que en la dialéctica sí, pero yo me sentiría antítesis de Carrasco si él no quisiera ganar, pero no por cómo quiere jugar. Me siento antítesis de los entrenadores que no priorizan ganar, de la manera que sea. Me encantan todas las formas de jugar y solo estaría en contra, conceptualmente, de un entrenador que dijera no me importa ganar, me da lo mismo. Pero no en contra por cómo juegue, porque hay 20.000 maneras de ganar. Yo defiendo la mía, la que me ha hecho ganar a mí. No me interesa la de otro, tendrá que confirmarla el otro.

*AQUELLA FINAL QUE LE GANO A PEÑAROL
El partido más hazañoso en la historia de Bella vista fue aquella final de la Liguilla 1998 cuando venció a Peñarol, con todo un estadio en contra, y con un equipo que venía de la "B". Y sería precisamente Bella Vista el destino de Ribas, quien guarda gratos recuerdos de aquella hazaña y confiesa de qué forma la encaró:

-JULIO-Hay periodistas inteligentes y que saben de fútbol, pero antes de jugar aquella final, alguno de la prensa me decía 'Bella Vista tiene que jugar de igual a igual porque por algo llegaron a una final'.¡Error! Bella Vista no puede jugarle de igual a igual. ¿Por qué no puede?
Se lo expliqué a los jugadores: va a haber 60.000 personas, 59.800 de Peñarol y eso ya te dice que no sos igual a ellos.
Segundo: los jugadores de Bella Vista era la tercera vez que pisaban el Estadio y los de Peñarol llevaban 200 partidos.
Tercero: Peñarol estaba formado por jugadores que habían ganado un quinquenio, jugado en Europa, que eran campeones, tenían 30 clásicos encima. Desde el punto de vista estratégico, de lo que me compete a mí como entrenador, yo no tengo que entrar a jugarle de igual a igual, ¡yo tengo que entrar a ganarle! Si le juego de igual a igual, pierdo. Si yo trazo todo eso que podría ser la seudológica del fútbol, lógicamente tiene que ganar Peñarol, entonces no me presento. A mis jugadores los hago vestirse de minifalda, que entren y que le guste a la gente y digan 'mirá, son un buen partenaire de Peñarol'. ¿Vamos a que nos aplaudan y digan 'ché, que buenos estos chiquilines? ¡No! ¡A mí me encantó lo que pasó, irme puteado por 60.000 personas porque les ganamos una final y rompimos un récord de 19 años con los grandes ganando siempre las finales!


Ese día a mí no me interesaba ser protagonista, ni tener volumen de juego ni nada. Me interesaba romper la historia. Entonces, ¿cómo voy a jugarle de igual a igual? No porque mis jugadores fueran menos que los de ellos, porque con el tiempo siete jugaron en equipos grandes y en Italia. Pero en aquel momento eran jóvenes que en la seudológica no se podían ni parar al lado de los de Peñarol, y menos cuando en la primera final nos empata Peñarol en los descuentos. Ahí dijeron 'bueno, si no ganaron esa vez no ganan nunca más'. Nosotros no fuimos a jugar para gustar. Yo no quiero que mis jugadores se pongan pestañas y se pinten los labios para que le guste al público y al rival. Porque después, cuando fui técnico de Peñarol nos encantaban los que venían a ser protagonistas y a demostrar cosas lindas, ¡nos encantaba! Y los jugadores de Peñarol, con mucha experiencia, después de los partidos contra esos equipos que les ganabas 4 a 3 o 5 a 2, alababan al rival, no porque fueran buenos sino porque nos convenían esos equipos que nos venían a jugar abierto, de igual a igual, a ser protagonistas, en cambio nos complicaban equipos como Bella Vista, Defensor, Danubio, que eran cerrados y sólidos. Como equipo grande si el partido es abierto tenés más posibilidad de ganar.
(Viernes 21 de Diciembre 2007)