“Ante Cerro Largo pensé hacer once cambios y cambiarme a mí también”

Julio César Ribas:
La sinceridad de un "GRAN DT"
Imperdible Entrevista al Diario Ultimas Noticias.


“¿Qué fue lo primero que pensé tras el primer tiempo del domingo?
Pensé en hacer once cambios y cambiarme a mí también. Teníamos que irnos los doce, porque no merecíamos siquiera ir empatando".

El DT de Peñarol admitió que “en el primer tiempo no existimos”

La sinceridad de Julio Ribas da una pista bastante clara del bajo nivel individual y colectivo que exhibió Peñarol en los primeros 45 minutos del último partido.
El entrenador mirasol admitió que su equipo fue una sombra en ese período inicial ante Cerro Largo, pero a la vez acotó: "No nos podíamos ir los doce y no nos queríamos ir, porque teníamos que cambiar la historia.
Y no hay que tener miedo de decir que esos 45 minutos fueron terribles.
Pero en el fútbol en un segundo se puede pasar de la tristeza a la alegría y del supuesto fracaso a la gloria. Cuando hay una actitud clara se pueden cambiar los acontecimientos.
Y por suerte los jugadores, por la personalidad, la actitud y el compromiso que tienen, hicieron que en el segundo tiempo cambiara todo".

-¿Cómo hiciste para aguantar el primer tiempo sin descontrolarte?

-Me lo aguanté porque los quiero mucho (a los jugadores).
¿Si me calenté? Sí, pero ellos también llegaron al grado de furia.
No te creas que no se dieron cuenta de lo que hicieron en el primer tiempo.
Pero gracias a Dios hay cosas que están muy sólidas dentro del grupo y comenzamos un partido nuevo.
Era la única manera, porque teníamos que haber terminado perdiendo el primer tiempo, porque el equipo no mostró nada de lo que estamos acostumbrados a hacer. Pero como es un grupo muy fuerte y unido, el equipo cambió absolutamente, se llevó por arriba al rival y completó un segundo tiempo muy bueno.

-¿Que les dijiste a los jugadores en el entretiempo?

-Que no se podía repetir el primer tiempo, porque no se juega al fútbol así, más allá de la actitud y la intención que siempre existió.
No hicimos dos pases seguidos.
En el primer tiempo no existimos ni táctica ni técnicamente. No hacíamos una buena. Pero sabíamos que esas cosas pueden pasar y que no podés quedarte llorando por eso. Tenés que rearmarte y hacer un partido nuevo.

-¿Te sorprendieron los silbidos de los hinchas?

-De ninguna manera.
Es lógica la actitud de la gente porque Peñarol hace 5 años que no es campeón uruguayo.
Sabemos que no tenemos crédito y por eso debemos jugar como gladiadores.
Tenemos que brindarles a los hinchas felicidad y no tristeza.
Y no nos sentimos mal cuando nos silban. Entendemos que lo hagan, porque su reacción es visceral. Nuestro deber es buscar el aplauso.
A la hinchada sólo podemos agradecerle, porque sabemos que el sábado va a ir al Estadio a alentarnos. Y eso hace que juguemos siempre con un jugador de más, porque la hinchada de Peñarol es nuestro jugador número 12, así nos aplauda o nos silbe.

-¿Los sorprendió el planteamiento de Cerro Largo?

-Los jugadores vieron cinco partidos de Cerro Largo y sabían que era un equipo que toca muy bien y se para muy bien. Además, los resultados se le venían dando. Y para nosotros era un partido muy peligroso.
Este grupo tiene que tener la humildad de saber que todos los partidos son peligrosos, que no hay rivales fáciles. De la única manera que podamos encarar esta segunda parte del año es teniendo ese pensamiento bien claro y bien adentro de la piel.

-¿Qué les dijiste a los futbolistas cuando les hablaste en el medio de la cancha?

-Ese diálogo es un momento muy íntimo y no sólo lo hemos hecho cuando se dan los resultados, sino que también lo hicimos cuando fuimos eliminados por el Medellín.
Es un momento de mucha intimidad, a pesar de estar rodeados por mucha gente, y forma parte de los rituales que los grupos que se prometen o se juran determinadas cosas deben cumplir.

-¿Y cuál es la razón de ese ritual?

-La razón es simple.
Es reconstruir siempre un juramento, una promesa, una actitud y no olvidarse nunca de eso, sea cual sea al resultado.
El secreto en la vida no pasa porque los resultados circunstanciales sean a favor o en contra, sino que pasa por una actitud, que tiene que ser la de entregar absolutamente todo.

-Ahora viene Defensor, en un duelo que puede ser clave en el desarrollo del Clausura.

-Defensor ha demostrado estadísticamente en los últimos tiempos que es el mejor equipo y que tiene una responsabilidad muy grande para este partido. Porque cuando uno, en los números, gana la posibilidad de ser el mejor, tiene que demostrarlo en cada momento.

Darío Rodríguez:
“Es un símbolo, un ejemplo a seguir por todos los futbolistas jóvenes del plantel. Darío jugó 8 años conmigo como zaguero central en una línea de cinco, tanto en Sud América como en Bella Vista.
Y cuando llegamos a Peñarol, se me lesionó un lateral justo antes de un clásico, y le pedí a él que jugara allí.
Y se consagró en esa posición tanto en Peñarol como en la selección”, resaltó Ribas.

Gonzalo de los Santos:
“Está creciendo cada día más. Sabe que hay compañeros como Mozzo, Rotundo, Omar Pérez, que son muy buenos jugadores y están esperando su oportunidad.
En ese caso, uno tiene que afilar sus armas y tratar de defender lo que tiene en ese momento. Y los que están afuera tienen que luchar por su oportunidad, manteniendo la solidaridad y el compañerismo”.