"Julio César RIBAS cambió hábitos, impuso disciplina y modificó sobrenombres".Existe en el equipo mayor,concentración y orden

“¡Vamos 'Pitón'!”, repite una y mil veces Julio César Ribas, mirando fijo a Maximiliano Bajter y esperando la respuesta de este.
¿Pitón? Sí, el técnico le cambió el sobrenombre al actual volante derecho titular de Peñarol y mandó el anterior "Pipi" al baúl de los recuerdos.
"A Julio no le parecía un sobrenombre digno de un gladiador", confió una fuente que recordó una anécdota del DT, quien en diálogo con el delantero español José Mari le recomendó cambiarse el nombre y rebautizarse "Pedregullo".
"Pitón" Bajter no es el único nuevo integrante del plantel: también está Maximiliano "Gorila" Arias, ex "Godzilla".

¿Qué más cambió en Peñarol con la llegada de Julio Ribas? "


Le aportó al plantel más concentración, más disciplina y más ordenamiento en el trabajo. Es un enfermo del trabajo", confesó un directivo que concurre asiduamente a Los Aromos .
Y agregó: "Ribas es un gran motivador. Apunta al convencimiento de los jugadores y los hace rendir. No hay vueltas: con él trabajan o trabajan".

Otro rubro subrayado en la doctrina Ribas es la disciplina.
Las reglas internas son claras y se respetan a rajatabla. "La mente es lo primero que hay que entrenar, para que después el cuerpo obedezca", es la filosofía que inculca el DT.

“BIEN TODOS”
La arenga de Ribas hacia sus dirigidos es diaria.
Antes de cada entrenamiento, el DT mantiene un diálogo especial con los futbolistas, y en pleno trabajo no para de motivarlos.
"Hay que dar todo en cada práctica" y "el cansancio no existe", se escucha diariamente en la concentración mirasol.
"Les come las orejas a los jugadores. En algunos casos particulares, se ha pasado más de un hora charlando con un futbolista en plena cancha, mientras el resto del plantel ya fue a las duchas", aseveró un allegado.
Y en los partidos, se repite el ritual. Previo al pitazo inicial, Ribas da la clásica charla táctica y después viene el "operativo motivación": "Vamos 'Tony'", "vamos Darío", y así nombra a cada uno de los integrantes del equipo para terminar con un "vamos todos".
En medio del partido, no deja de dar indicaciones, si bien archivó el clásico "segunda pelota" que lo acompañó en su primer ciclo en Peñarol.
En el entretiempo, el DT reúne a sus jugadores en el mediocampo y continúa la arenga, y la misma escena se proyecta al final del partido, sea cual sea el resultado. Antes de volver al vestuario, todos deben saludar a los hinchas para agradecerles el apoyo brindado.

Otra decisión "made in Ribas" es la de transformar a Los Aromos en un verdadero segundo hogar para los futbolistas.

Cuando estos queden liberados el domingo (después de enfrentar a Cerro Largo), habrán acumulado 11 días de concentración, aunque aún quedarán lejos del récord de 18 jornadas que se impuso apenas llegó Ribas.
"Estar juntos es importante para poder acelerar el proceso de preparación", explicó el DT.

"Ribas los convence (a los jugadores) de que son superiores al resto", concluyó un directivo, quien cree que ese "esa es su mayor virtud".

"La entrega de los jugadores hacia las exigencias ha sido total. Me siento orgulloso en ese aspecto"

Machado, el “clon” del DT.

Ribas cuenta con un aliado en el "operativo motivación": el profesor Nery Machado.
El preparador físico parece un calco del entrenador. "Hay que matarse en cada entrenamiento para que nadie quiera enfrentarse con nosotros", es una de las tantas frases al estilo "gladiador" que emite el PF en cada entrenamiento.
Hasta vive los partidos igual que el entrenador, con un cronómetro en la mano y dando indicaciones permanentemente.

(fuente: Diario Ultimas Noticias)


¿Qué tiene este Peñarol?
Está en proceso evolutivo. Por lo que se percibió hasta el momento, la labor de Ribas está dando buenos frutos.
Sus futbolistas exhiben voluntad en cantidades industriales. Cuando los cotejos son cerrados la apuesta pasa por generar espacios y aprovecharlos.

Peñarol demostró que tiene capacidad para crear ofensivas fluidas en el circuito de elaboración del mediocampo. Contra Rampla mejoró en el control del balón. Impuso el ritmo de juego y expuso otros signos positivos. El mensaje del técnico "todos defienden y todos atacan" fue asumido por los futbolistas.

(fuente: Ovacion Digital)